El Negocio
El crecimiento empresarial es una meta clave para cualquier compañía, pero el camino para alcanzarlo no siempre es el mismo. Las empresas pueden optar por un crecimiento orgánico, basado en el desarrollo interno y la evolución natural del negocio, o bien recurrir a un crecimiento inorgánico, adquiriendo otras compañías para acelerar su expansión. Ambas estrategias tienen ventajas, desafíos y riesgos que deben ser evaluados con detenimiento.
Motivos para replantear el modelo de crecimiento
Las compañías no crecen por inercia; detrás de cada decisión de expansión hay motivaciones estratégicas. Algunas buscan adelantarse a la competencia, ganar cuota de mercado o mejorar su eficiencia operativa. Otras reaccionan a los cambios del entorno, diversificando productos, clientes o mercados para reducir riesgos. En ciertos casos, la reestructuración del modelo de negocio o la preparación para una eventual venta también pueden ser razones de peso para replantear la estrategia de crecimiento.
Alternativas para crecer
Las estrategias de crecimiento pueden tomar distintas formas, entre ellas:
Cada una de estas alternativas puede ejecutarse de forma orgánica o mediante la adquisición de otras compañías que permitan alcanzar objetivos estratégicos como mayor potencial comercial, capacidades operativas, tecnologías clave o equipos ya formados.
Crecimiento orgánico vs. Inorgánico: ventajas y desafíos
Mientras que el crecimiento orgánico suele permitir un mayor control sobre la evolución de la empresa y sus proyectos, suele ser un proceso más lento y dependiente de la capacidad interna para ejecutar la estrategia con éxito.
Por otro lado, el crecimiento inorgánico permite expandirse de manera inmediata en nuevos mercados o segmentos, accediendo a sinergias operativas y comerciales. No obstante, esta opción requiere evaluar factores internos como el apetito por el riesgo, la disponibilidad de recursos financieros y la capacidad de integración de operaciones, equipos y negocios adquiridos. También implica considerar factores externos como la disponibilidad de targets, la fragmentación del mercado, las expectativas de valoración y la disponibilidad de financiación.
Conclusiones
No existe una única respuesta correcta. La decisión entre crecimiento orgánico o inorgánico implica considerar múltiples factores, desde la capacidad de inversión hasta las expectativas del mercado y el apetito de riesgo de la empresa.
Si se opta por la vía inorgánica, resulta fundamental contar con una hoja de ruta clara, criterios de inversión bien definidos y expectativas realistas sobre los desafíos del proceso.
En este contexto, contar con un asesor especializado en fusiones y adquisiciones puede marcar la diferencia en el diseño y ejecución de estrategias de expansión. Desde la identificación de oportunidades y el apoyo durante las negociaciones hasta el cierre de la transacción, un acompañamiento experto ayuda a aumentar las probabilidades de éxito tanto de la propia operación como de la integración posterior de los negocios.